¿Podrías mejorar tus hábitos alimenticios? Anímate: estas cinco estrategias respaldadas por la investigación pueden ayudarte a convertir las opciones más saludables en hábitos nuevos.

1. Céntrate en hacer cambios pequeños y sostenibles. Esto aumentará tu confianza y te ayudará a mantenerte motivado. Si actualmente comes una porción de verduras al día, auméntala a dos y agrega más de forma progresiva. Hacer este cambio pequeño y realista puede ayudarte a desarrollar la confianza que necesitas para hacer cambios positivos adicionales en la nutrición.

2. Lleva un diario de comidas. Llevar un diario de comidas puede ayudarte a controlar lo que comes y las cantidades. La mayoría de las personas subestima lo que come en un día, por lo que escribirlo puede ser revelador.

3. Elabora un plan. Anota las comidas y los refrigerios que planeas consumir al menos con un día de antelación. Esto te permitirá asegurarte de tener disponibles refrigerios y comidas saludables. Una vez que crees tu plan, ve a hacer las compras (para una comida saludable) y compra solo los ingredientes de tu lista.

4. Controla las porciones. Aprende a calcular el tamaño de la porción. Usa un plato o un bol más pequeño. Comparte las comidas cuando comas afuera o pide un recipiente para llevar y llévate la mitad de tu comida a casa. Beba mucha agua o bebidas sin calorías o con pocas calorías con tu comida.

5. Más despacio. Tómate tu tiempo cuando comas; al cuerpo le lleva tiempo darse cuenta de que está lleno. Disfruta de lo que hay en tu plato. Cuando comas, concéntrate solo en comer en vez de hacer otra cosa al mismo tiempo, como ver la televisión. Cuando tu cuerpo te dé una señal de que está lleno, escucha y deja de comer.