Dormir es esencial para tu salud mental, física y emocional. Pero, cuando sufres estrés, ya sea por una rutina ajetreada o por un cambio importante en tu vida, el sueño puede ser algo difícil de lograr. El estrés puede hacer que te resulte difícil conciliar el sueño por la noche o permanecer dormido.
Afortunadamente, hay cosas que puedes hacer para reducir el estrés y tener las horas de sueño que necesitas.
Comienza con estas tácticas para controlar el estrés y dormir mejor.
- Crea una atmósfera adecuada para dormir. Por la noche, mantén tu dormitorio oscuro, fresco y silencioso. Los antifaces para dormir, los tapones para los oídos, las cortinas para oscurecer el dormitorio o una máquina de ruido blanco pueden resultar útiles.
- Toma un descanso del estrés. Intenta resolver tus preocupaciones o inquietudes antes de acostarte. Anota lo que tienes en mente y luego déjalo para mañana.
- Calma el cerebro una hora antes de dormir. No uses dispositivos electrónicos, como televisores, computadoras o teléfonos celulares, una hora antes de dormir. En su lugar, cálmate con actividades tranquilas y relajantes, como leer o como escribir en un diario.
- Practica técnicas de relajación. La meditación, el yoga, los ejercicios de relajación y la visualización pueden ayudar a mejorar el estrés y el sueño.
- No mires el reloj. Mirar el reloj cuando no puedes dormir no ayuda, solo te suma estrés. En cambio, ve a otro dormitorio y haz algo tranquilo y relajante hasta que te sientas lo suficientemente cansado como para conciliar el sueño.
- Mantente activo. El ejercicio no solo ayuda a controlar el estrés, sino que también puede ayudarte a dormir de noche. Sin embargo, evita hacer ejercicio en un horario demasiado próximo a la hora de dormir.
- Sé realista sobre lo que necesitas dormir. Trata de dormir bien entre siete y ocho horas por día.