Cuando dejas de fumar, además de un antojo intenso por el tabaco, puedes experimentar la abstinencia de la nicotina, que se caracteriza por signos y síntomas físicos y emocionales, incluidos estos:
- Mareos: en los primeros días de abstinencia
- Irritabilidad
- Ansiedad o nerviosismo
- Dolores de cabeza
- Trastornos del sueño
- Depresión
- Frustración, ira e impaciencia
- Dificultad para concentrarse
- Desasosiego
- Fatiga
- Aumento del apetito y de peso
- Frecuencia cardíaca más lenta
- Estreñimiento y gases
- Tos, boca seca, dolor de garganta y goteo nasal
- Opresión en el pecho
La nicotina es la sustancia química adictiva del tabaco que mantiene el hábito de fumar porque produce efectos físicos y altera el estado de ánimo en el cerebro que son temporalmente agradables. Estos efectos hacen que quiera consumir tabaco y lo llevan a la dependencia.
Los síntomas de abstinencia suelen ser los más intensos durante la primera semana después de dejar de fumar, aunque pueden continuar durante varias semanas con una intensidad decreciente. Como resultado, es mucho más probable que dejes de fumar exitosamente si usas medicamentos y asesoramiento. La terapia de reemplazo de nicotina proporciona nicotina sin tabaco y sin los químicos dañinos del humo de tabaco. Estos productos ayudan a aliviar los síntomas de abstinencia y los antojos. Si estás tratando de dejar de fumar, habla con tu médico acerca del plan de tratamiento que mejor funcione en tu caso.