En 1493, Cristóbal Colón encontró por primera vez la piña en la isla caribeña, la cual ahora se conoce como Guadalupe. La llevó a España, donde era apreciada por los marineros como una forma de protegerse contra el escorbuto.

INFÓRMATE SOBRE LA PIÑA: la piña o ananá es una buena fuente de fibra dietética y vitamina C. Además, tiene bromelina, una enzima única que se puede usar para ablandar la carne y puede tener propiedades antiinflamatorias.

CÓMO ELEGIRLA: elige una piña que tenga hojas verdes brillantes (sin hojas secas ni marrones) y que no tenga partes suaves ni manchas oscuras.

CÓMO CONSERVARLA: la piña se pone en mal estado en poco tiempo; vigílala de cerca para que no se estropee. Puedes guardar la piña entera a temperatura ambiente durante unos días. La piña cortada puede refrigerarse de dos a tres días.

CÓMO PREPARARLA: corta la parte superior y los extremos del tallo para crear dos superficies planas. Pon la piña en posición vertical y corta la cáscara para pelarla. Corta la piña en cuartos, luego quita el centro. Corta los cuartos de la piña en trozos más pequeños.

CÓMO COMERLA:

  • Mezcla trozos de piña con plátanos (bananas), mangos, uvas y kiwi para hacer una ensalada de frutas tropicales y servirla como postre o como complemento de la comida.
  • Las rebanadas de piña asadas a la parrilla pueden ser un acompañamiento dulce, una salsa para hamburguesas o un postre.
  • Licúa la piña fresca o congelada con espinaca, col rizada u otras hortalizas de hoja verde. La dulzura de la piña equilibra los sabores amargos de las hojas verdes y da como resultado un licuado sabroso y bajo en calorías.