¿Sabías que un core fuerte es la base de un cuerpo equilibrado y saludable? El core, compuesto por los músculos abdominales, lumbares, de la pelvis y de la espalda baja, es el epicentro de tu estabilidad y fuerza. Trabajarlo regularmente no solo mejora tu postura, sino que también previene lesiones y te ayuda a realizar movimientos más eficientes en tu día a día.

Para fortalecer tu core y mejorar el equilibrio, no necesitas horas en el gimnasio. Empieza con el clásico plank: apoya los antebrazos y las puntas de los pies en el suelo, manteniendo el cuerpo en línea recta. Este ejercicio activa múltiples músculos al mismo tiempo. ¿Quieres un reto extra? Intenta levantar una pierna o brazo sin perder la estabilidad.

Otro ejercicio clave es el bird-dog: comienza en posición de cuadrupedia, extendiendo simultáneamente el brazo derecho y la pierna izquierda. Mantén la posición unos segundos y alterna. Este movimiento no solo refuerza tu core, sino que también mejora la coordinación y el equilibrio.

Por último, prueba el puente de glúteos. Acuéstate boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Eleva la cadera mientras contraes los músculos del abdomen y los glúteos. Este ejercicio es ideal para fortalecer el core y proteger la zona lumbar.

Dedicar solo 10-15 minutos al día a estos ejercicios puede transformar tu fuerza y estabilidad. ¡Haz del core tu prioridad y siéntete más seguro y en control de cada paso que das!