Cuando haces ejercicio al aire libre en días calurosos, puedes deshidratarte, lo que puede dificultar las funciones del cuerpo y dejarte con poca energía.

Si realizas actividades al aire libre en días calurosos, recuerda estos consejos para no deshidratarte:

  • Asegúrate de estar hidratado antes de empezar a hacer ejercicio. Esto es de suma importancia si haces ejercicio al aire libre todos los días cuando hace calor. Para asegurarte de estar bien hidratado, comienza a tomar líquido de a poco varias horas antes de hacer ejercicio.
  • Mientras haces ejercicio, bebe líquidos con frecuencia y adapta la reposición de líquidos a las condiciones. Si hace mucho calor y hay humedad afuera, bebe más de lo habitual. Presta atención a cuánto estás sudando como una guía aproximada. Trata de no llegar al punto en el que sientas sed. Si tienes sed, es probable que estés atrasado en cuanto a la cantidad suficiente de líquido.
  • Pésate antes y después del entrenamiento para determinar si estás bebiendo la cantidad suficiente durante el ejercicio para prevenir la deshidratación. Si perdiste un 2% o más de tu peso corporal, deberías beber más.
  • Bebe aproximadamente de 2 a 3 tazas de agua después de hacer ejercicio (473 a 710 mililitros) de agua por cada libra (0,5 kilogramos) de peso que pierdas durante el entrenamiento.

Si te preocupa la ingesta de líquidos o tienes problemas de salud, pídele al proveedor de atención médica o a un dietista diplomado que te ayude a determinar la cantidad de agua adecuada para ti.