¿Alguna vez has llegado a media tarde sin haber completado ninguna de tus tareas pendientes? No estás solo. La buena noticia es que con algunos ajustes simples, puedes mejorar tu productividad y aprovechar mejor tu tiempo. Aquí te compartimos algunas técnicas para lograrlo:

  1. Empieza el día con una lista clara de tareas. Una lista de tareas bien planificada es tu mejor aliada para mantenerte enfocado. A muchas personas les resulta útil escribir su lista de pendientes al final del día laboral anterior, como parte de su ritual de cierre. Programa las tareas más importantes en tu calendario, ya sea en tu computadora o en una agenda física, y configura alertas para recordarlas. Dedica los primeros cinco minutos de tu jornada a revisar y priorizar estas tareas.
  1. Llega temprano al trabajo. Llegar temprano te da una ventaja considerable. Los estudios muestran que las personas madrugadoras tienden a ser más productivas durante las primeras horas del día. Además, llegar antes de que empiece el bullicio te permite concentrarte mejor y adelantarte a las interrupciones que puedan surgir.
  1. Mantén tu lista de tareas realista. Evita la tentación de sobrecargar tu lista de tareas. Es más efectivo tener un número manejable de objetivos y enfocarte en completar las tareas más desafiantes primero. A medida que completes cada tarea, márcala en tu lista. Este pequeño gesto no solo te ayuda a visualizar tu progreso, sino que también te motiva a seguir adelante.
  1. Reserva un tiempo específico para revisar el correo electrónico. El correo electrónico puede ser una de las mayores distracciones durante la jornada laboral. Para evitar que consuma todo tu tiempo, establece un horario específico para revisar y responder correos. Fuera de ese horario, enfócate en tus otras tareas y objetivos del día.
  2. Establece una estructura clara para las reuniones. Las reuniones productivas requieren de una agenda bien definida. Antes de la reunión, asigna tareas y distribuye cualquier información relevante entre los asistentes para que lleguen preparados. Durante la reunión, designa a una persona para tomar notas y a otra para controlar el tiempo, asegurándote de que todos se mantengan enfocados en los temas importantes.