Los problemas financieros pueden conducir a discusiones emocionalmente dañinas entre las parejas y causar tensión innecesaria sobre la familia, señala el Dr. Josh Klapow, psicólogo clínico y profesor en la Universidad de Alabama en Birmingham.

El Dr. Klapow que las discusiones financieras, e incluso los desacuerdos, pueden tener un impacto positivo sobre las familias que luchan a través de la incertidumbre. La clave es hacer que esas discusiones sean productivas, no destructivas.

El Dr. Klapow ofrece cinco tips para hablar:

  1. Mantén la cabeza fría. Cuando tus emociones se elevan –ya sea enojo, tristeza o frustración– los pensamientos se hacen poco claros. Relájate, respira, espera de dos a 10 minutos y luego comienza a hablar.
  2. Comienza con calma. Con frecuencia las discusiones comienzan debido a un comentario de crítica o a un tono de enojo. Intenta tratar los problemas y errores con gentileza y sin culpar a nadie.
  3. No asumas. Habla sobre tus sentimientos, no sobre lo que piensas que tu cónyuge o pareja siente. Describe tus sentimientos en primera persona con la palabra “yo” y explica el porqué.
  4. Piensa, luego habla. El objetivo de la conversación debe ser resolver problemas, no ganar. Recuerda, una vez que salen las palabras, no puedes retirarlas.
  5. Repara y recupera. No dejes que la discusión se salga de control. Termina con una nota positiva o por lo menos neutral. Apóyate en la paciencia, cambia de tema u ofrece un comentario positivo para dejar que la otra persona sepa que eres parte del mismo equipo.